¡Expertos en overclocking logran ejecutar DOOM Eternal a más de 1000 frames por segundo!

En marzo, el programador principal del motor de id Software, Billy Khan, contaba a IGN que los avances de id Tech 7 permitirían ejecutar DOOM Eternal alcanzando la vertiginosa cifra de 1000 frames por segundo... si se tuviese el hardware necesario. Aunque este motor permite escalar juegos como DOOM Eternal a una gran variedad de equipos diferentes, un ordenador capaz de alcanzar el límite de FPS sería algo puramente teórico.

... o eso pensábamos.

Poco después del lanzamiento de DOOM Eternal, el abajo firmante (Lukasz Lesniewski, responsable de la comunidad de Bethesda en Polonia), se puso en contacto con la persona responsable de eventos para el fabricante de hardware polaco x-kom y le propuso un proyecto especial para la QuakeCon at Home. El objetivo era sencillo, pero nada fácil: ejecutar DOOM Eternal a 1000 frames por segundo y grabarlo.

¿Cómo es posible alcanzar una frecuencia tan increíble? “Hicimos una mejora muy importante en el sistema de tareas de id Tech 7”, explica Khan. “Aplicándola en todas partes pudimos acelerar el funcionamiento de la CPU para alcanzar esas velocidades tan altas”. Khan confiesa que tras haber logrado alcanzar los 515 FPS una vez con un equipo, tenía mucha curiosidad por ver hasta dónde se podría exprimir realmente el motor.

Ni que decir tiene que para llegar a 1000 FPS hace falta un ordenador con una potencia infernal y manejado por expertos, en este caso, Marcin “Ryba” Rywak, responsable de I+D de x-komm, y el blogger tecnológico Piotr “Lipton” Szymanski. Entre ambos diseñaron un equipo compuesto por el procesador de ocho núcleos Intel i7 9700K, reforzado con una ASUS RTX 2080Ti, una memoria ultrarrápida HyperX Predator y un disco duro Samsung M2, todo ello alimentado por una fuente BeQuiet Straight Power de 1200 W. “Comenzamos los preparativos una semana antes de realizar la prueba en sí”, recuerda Piotr. “Después de comprar los componentes, necesitábamos montar la plataforma por primera vez y ver qué tal funcionaba. Solo esto ya nos llevó un día entero”.

Al día siguiente, el ordenador del equipo alcanzó entre 500 y 600 FPS, una hazaña ya de por sí impresionante, pero muy por debajo del objetivo. Para llegar más lejos, tenían que exprimir la plataforma hasta la última gota de rendimiento. Khan nos cuenta: “Éramos muy, muy conscientes de que, si teníamos una CPU de muchos núcleos con un overclocking muy intenso, habría mucha potencia suelta”. Aunque Rywak sabe mucho sobre overclocking como excampeón europeo de esta actividad, todavía estaban lejos de resolver el problema. Los videojuegos pueden resultar difíciles de evaluar cuando se sobreacelera un ordenador, sobre todo cuando son tan rápidos y frenéticos como DOOM Eternal, y era posible que tuvieran que recurrir a medidas extremas para mantener la estabilidad del rendimiento.

“Resulta mucho más fácil controlar un punto de referencia que no cambia nunca”, explica Rywak. “En el caso de un juego, todo el proceso resulta más impredecible en cuanto a carga del hardware, y eso puede dar lugar a problemas de estabilidad cuando trabajas con hardware congelado”.

Se me había olvidado mencionarlo: Rywak y Szymanski tuvieron que congelar literalmente el equipo.

Cuando un sistema potente de alto voltaje como este se somete a overclocking a capacidad máxima, el aparato se calienta muchísimo. Por eso no se recomienda sobreacelerar lo más mínimo ordenadores de uso común sin un sistema de refrigeración adecuado. Para la hazaña de ejecutar DOOM Eternal a 1000 FPS, el equipo de x-kom tuvo que recurrir al nitrógeno líquido, una sustancia que existe a la gélida temperatura de 196 grados bajo cero. (Nota del editor: la manipulación de nitrógeno líquido puede resultar extremadamente peligrosa. No manipuléis nunca este producto sin contar con las medidas y el equipo de seguridad apropiados).

El momento de gloria llegó finalmente al segundo día. El DOOM Slayer iba recorriendo el pasillo inicial del nivel “Infierno en la Tierra” de DOOM Eternal cuando los ocho núcleos de la CPU alcanzaron casi los 6,6 Ghz, y el indicador de frames señaló exactamente 1006 frames por segundo. Llegó a subir incluso a 1014 durante un mapa de tutorial, superando de sobra el objetivo de 1000 FPS. “No me lo creía, pero lo conseguimos. Todo fue gracias a la experiencia de Ryba”, afirma Szymanski.

Este experimento sin precedentes no solo demuestra las increíbles habilidades de Rywak y Szymanki para el overclocking, sino también la enorme variedad de equipos para los que puede optimizarse el motor de id Software, desde consolas de videojuegos comerciales hasta superordenadores refrigerados con nitrógeno líquido. “Queríamos que pudiera jugar a DOOM el mayor número de personas posible en todo el mundo”, concluye Khan. “Sí, viene bien para superequipos, pero así también podrá disfrutarlo quien juegue en un PC un poco más antiguo”. Por supuesto, a medida que surjan hardware y software nuevos, siempre habrá un deseo de exprimirlos hasta el límite (y ejecutar DOOM en ellos). Como sucede con el propio DOOM, la búsqueda del rendimiento y la potencia supremos es... eterna.