Recuerdos de DOOM n.º 1: la auténtica mente arácnida maestra
Por: Parker Wilhelm

Con más de un cuarto de siglo de historia a sus espaldas, DOOM ha dejado una huella imborrable que no se limita al mundo de los juegos. Acompañadnos en este recorrido por una serie de objetos curiosos, interesantes y, en ocasiones, francamente raros que han contribuido a convertir la franquicia de DOOM en lo que es hoy en día.
La mente arácnida maestra original
La conocéis y la adoráis... o igual no, porque este jefe final del DOOM original tenía la fea costumbre de aplastar a los jugadores como si fueran... arañas, vaya: ¡es la mente arácnida maestra!
Este modelo a escala de nuestra protagonista, fabricado por Gregor Punchatz con espuma de látex y una estructura de acero, sirvió como base para el jefe final de DOOM. Aunque se introdujeron ligeros cambios en la versión final —como sumarle tres cañones más a los tres que ya llevaba el arma frontal de esta que veis—, es indudable que se trata del mismo enemigo que nos esperaba en la batalla final del juego hace 25 años.
Punchatz, que también ha creado otros modelos para obras que cualquier fan de DOOM que se precie ha tenido que ver, como RoboCop y Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy, se basó para el diseño de la mente arácnida maestra en un boceto a lápiz del ilustrador de DOOM Kevin Cloud. Y lo más curioso del caso es que tanto Cloud como la mente arácnida maestra siguen en las oficinas de id Software después de tantos años.
No menos sorprendente es el estado de esta reliquia de antes de que existiera DOOM. Como cabría esperar, la figura ha sufrido cierto desgaste, pero los ojillos anaranjados e inyectados en sangre y la sonrisa maligna y arrogante siguen siendo tan amenazantes como cuando hicieron su debut digital, allá por 1993. Cosa que se puede atribuir en un 50% al mimo con el que trata id Software sus juguetes y en otro 50% a un régimen diario de crema hidratante.
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